
Exponer la vida privada como un mecanismo de manipulación para conquistar la emoción de la gente, fue un instrumento condicionante de su gobierno. La muerte de su marido le hizo ganar el segundo mandato. Luego la imagen de viuda doliente que mantuvo durante su gobierno, sumada a su enfermedad, o la exposición en cadena nacional sentada en una silla de ruedas, sus expresiones en el Congreso acentuando que es una víctima de la persecución política y de la justicia, y ahora la enfermedad de su hija, son cuantitativos y cualitativos elementos que intentan apelar a los estímulos sociales para dar efervescencia sobre la concepción de los hechos que exponen en un relato diseñado para inducir a todos que ella y su familia son las víctimas.
La mentira siempre ha sido el arma vital del kirchnerismo, ya que gobernaron con un relato falso mientras robaban el país.